Disertaciones sobre el Imperio

18 November, 2007

Este fin de semana me he visto 'Persepolis' y '13 rosas'. La clase de películas que le hacen a mi hermano quejarse de que a el no le gusta ir al cine a pasarlo mal.
Te hace pensar. En la cantidad de burradas que se han hecho en nombre de algún Dios, en nombre de alguna bandera, en nombre de una idea política,... incluso en nombre de la revolución. Mierda, incluso en nombre de la libertad.
Ni los monumentos, ni las disculpas oficiales, ni miles de libros y películas devolverán la vida a los niños y niñas (a los 20 no eres más que un niño) que perdieron la vida por querer vivir en libertad en un momento en que España era la tierra, más que nunca, de la persecución política y el terrorismo de estado. Pero tampoco hay forma de devolverle la vida a los fusilados por los rojos, a los inocentes muertos en el Berlin bombardeado por los aliados, a los niños quemados con napalm en Vietnam, o a los miles de fantasmas que aún vagan por Hiroshima o Nagasaki sin tener muy claro qué pasó.

Está muy claro que ninguna bala es buena, pero con la sabiduría que me da el fracaso, los años a mis espaldas, y la cantidad ingente de películas y libros devorados (no sólo de un conflicto y no sólo por un bando), llega un momento que pierdes un poco la perspectiva.
A mi abuelo lo metieron en la cárcel por rojo y por cabezón (creo que fue mi hermano el que encontró la sentencia hurgando por ahí... decía algo gracioso en plan 'por haber ido al frente sabiendo perdida su causa', o algo así), y en cuanto pudo, se marchó lo más lejos posible. Yo creo que hubiera hecho lo mismo, pero... y cuando el irte no es una opción?
Nunca he entendido a los terroristas suicidas. Eso de llenarte de bombas y meterte en un supermercado me parece criminal y estúpido. Pero tampoco entiendo el dejarte atrapar por una policía que sabes que te va a torturar y probablemente a matar. Te atas una ristra de granadas al cuello, y si te detienen... a tomar viento. Muy en plan escena del final de 'León'.

La mejor opción es, desde luego, pasar de todo y que te dejen en paz. Pero nunca te dejaran en paz, eso está más que comprobado. El mundo está lleno de hijosdeputa con muchas armas, dispuestos a regalarle una a cualquier mierdecilla con complejo de inferioridad. Causa y efecto, el mundo está lleno de mierdas que se creen mejores por tener un arma, y que se aprovechan del miedo de los demás. Por si esto fuera poco, el mundo está lleno de cobardes que 'sólo cumplen órdenes', y de envidiosos, cobardes y rencorosos capaces de vender hasta a su propia madre.
No, en este mundo no hay sitio para que te dejen en paz.

Cuando éramos jóvenes creíamos que podíamos cambiar el mundo. Queríamos subirnos a un X-Wing y volar la Estrella de la Muerte.
Con el tiempo llegas a pensar que volar la Estrella de la Muerte probablemente no sea la mejor solución. Piensas en los trabajadores que matarás (como comentan en Clerks). Te das cuenta que actuando como ellos te vuelves uno de ellos. Y que a tiros y mamporros no se soluciona nada. Sabes que la única manera de cambiar el mundo es con paciencia, educación (en todos los sentidos de la palabra) y buena voluntad. Pero parece que nadie te escucha. Así que coges tu X-Wing, te das la vuelta, y te conformas con esquivar asteroides y restos de naves destrozadas.

Quiero acabar con una anécdota. Perdonad que mi mala memoria me impida ser más explícito con los detalles, pero en cierta ocasión recuerdo que me contaron que durante el rodaje de una película ambientada en la SGM, había una escena donde unos soldados alemanes hacían levantarse a toda la gente de un café, y cantar. Lo que sea que cantaran los nazis (supongo que lo mismo que cantan en esa escena de Casablanca). El tema es que hay un abuelo que no se levanta. El director grita ¡Corten! y le pregunta al abuelo porqué no se levanta y canta. El abuelo, muy amable, le contesta que lo siente mucho, pero que si los nazis no lo hicieron levantarse y cantar, ahora no iba a hacerlo en un estudio.

Una actitud como la del abuelo es lo que cambiará el mundo.
Tal vez dejar que te fusilen abrazado a tus amigas sea una forma de cambiar el mundo.

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