Poco a poco vamos volviendo a la normalidad. Ya vale de tanta panzada de Lost (y me reitero en lo dicho: no es para tanto; pero me echo unas risas, y de momento tampoco me ha decepcionado).
Vamos allá con las pocas películas que he visto en las dos últimas semanas.
No es una comedia, pero tampoco es un drama. Tiene acción, pero tampoco es una película de tiros. Woody Harrelson se sale, y si no fuera por su actuación, no sé si la película valdría gran cosa. Mi nota: 6,5/10.
The Slammin' Salmon, aka The Slammin' Salmon, vista el 18 de abril, sin fecha de estreno en España.
Estoy seguro de que si la ves sobrio no tiene tanta gracia, pero yo me partí. Es lo que es, una película para ver con los colegas, y con cierta predisposición artificial a reirte. Mi nota: 6,5/10.
No hace falta irse al Bronx para encontrar vidas marginales, como nos muestra esta película inglesa que ha cosechado unos cuantos premios a nivel europeo. Un guión sencillo, pero unas actuaciones muy buenas, un manejo de la cámara y de la luz sobresaliente, y un film sobrio y realista, que convence hasta el último segundo de metraje. Ideal verla en versión original para no entender una fooking word de lo que dicen. Mi nota: 7/10.
The invention of lying, aka Increible pero falso, vista el 24 de abril, se estrena en España el 30 de abril.
La primera mitad de la película es excelente. En serio. A partir de ahí tiene sus baches, pero por suerte cada vez que parece que se va a precipitar al abismo, Ricky Gervais la salva. Al final, y a pesar de las pasteladas, una comedia más ácida y crítica de lo que parece. Mi nota: 7,5/10.
Demasiado independiente para mis gustos, pero hay que reconocer que el guión, a pesar de sencillo, es sólido, la caracterización de los personajes es excelente, y las actuaciones dan la talla. Mi nota: 7/10.
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