Puta policía

Sorry for my English readers, but today I'm too pissed off to write in English.

Esto son tres hermanos, que se bajan de un taxi en la puerta de su hotel en Pamplona. Esto son dos policías que, de muy malas maneras, les piden que se identifiquen. Y de repente los tres hermanos están rodeados por 11 policías locales, incluyendo al chulobarrio de turno y su compañera, que ese día prefería haberse quedado en la cama.

Yo hasta ayer siempre había tenido suerte con la policía. Que te paran, pues bien. Te piden que te identifiques, pues bien. Hasta cierto punto es su trabajo. Pero que seamos jóvenes, llevemos el pelo largo o volvamos de juerga con un par de copas de más no les da derecho a faltarnos al respeto de primeras (ni de primeras ni de segundas, vaya). La última vez que me fijé, sus suledos salían también de MIS impuestos.
Me gustaría tener mejor memoria, y poder reproducir con más lujo de detalles la escena, para regocijo y/o frustración de la audiencia (eso va con los gustos).

De primeras, y con muy mala eduación, que nos identifiquemos y vaciemos lo que llevamos en los bolsillos. Mi hermano pequeño no sé si llego a sacarse algo de los bolsillos, porque la cogieron enseguida con nosotros dos, y como no teníamos nada que esconder, un poco impertinentes sí que nos pusimos. Yo les saque de los bolsillos hasta el envase de las lentillas (a ver si iban a pensar que llevaba explosivos líquidos, ahora que están tan de moda). Que a ver que llevaba en la cartera, me dice uno. Se la doy y le digo: 'Busca, busca, pero no vas a encontrar más que tarjetas de crédito y carnés'.

No sé a quien buscaban (11 maderos, joder... estaban desayunando y dijeron: 'Vamos a salir a ver si le amargamos el final de la noche a alguien), pero cuando vieron que éramos de Zaragoza se dieron cuenta de que no éramos nosotros.

Había un chulobarrio, más nervioso que yoquesé, típico gatillo fácil, que no se bajaba del burro. Hasta sus compañeros le dijeron que se callara. Agentes de la ley y el orden como este ayudan a entender muchas cosas que pasan en el mundo.
Había una chica, que no tuvo agallas de mirarnos a la cara en todo el rato. A mi me daría asco tener uno compañeros de trabajo como los tuyos, cariño.
Había uno que no hacía más que amenazarme con soltarme un tortazo. Ojalá lo hubieras hecho. Ojalá me hubierais partido un par de huesos. Ya veríais después que divertido.

Que conste que, a pesar de que no le tengo mucho aprecio a nadie de uniforme (con la honrosa excepción de las azafatas), respeto el trabajo de policía y quiero creer que no todos son malos individuos. Pero de la mala virgen que me pusieron los 11 impresentables de ayer (10, que probablemente la chiquilla sea de esas que te paran con una sonrisa y un 'Buenos días'... cuando no va con esa otra gentuza), y la impotencia de no poder hacer nada... por lo menos me desahogo escribiendo aquí. Y tenéis suerte que no trabajo en la tele, o en algún periódico.