Saloneando

Juas, que original. Una crónica del Salón del Comic de Barcelona.

He visto cosas que no creeríais. Atacar naves ardiendo más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tanhäuser...
He visto gente normal, gente disfrazada, gente rara, y gente MUY rara.
He visto disfraces que eran para hacerle fotos, y había difraces con tan poca tela que eran para hacerle fotos a esas piernas y esas pechugas.
He visto gente haciendo fila sin saber para qué, he visto gente intentar colarse en una fila y arrepentirse al ver la cara con que le miraba el Otaku con la espada de FF, y he visto gente haciendo fila por vicio... porque del otro lado no había fila.

Llegué al Salón acompañado de Yogur, el sábado a la hora de comer. He de mencionar que, gracias a él, el viaje fue mucho menos tedioso de lo que cabría esperar de 3 horas en autobús. Genial el momento 'Pichabrava'... que no voy a comentar, porque sé que lo contaría sin gracia y desvirtuaría el tema. Pero aún me río recordándolo.
Nada más llegar, quedamos a comer con Conner, que estaba con algunos de los chicos de +QC: Kike, Merrick e IváN Díaz, si no recuerdo mal. Después de comer, dimos unas vueltecillas por ahí, vimos las exposiciones,... luego Yogur y Conner se fueron a una clase magistral, y como a mi no va a haber Dios que me enseñe a dibujar, me puse a la cola a ver si me firmaba Victoria Francés. Que me firmó, y se sacó una foto conmigo. Encima de dibujar bien y estar más buena que una pizza con Franziskaner, simpática.

Luego estuvimos un rato con Iru (que es más maja que las pesetas,... y algún día se aprenderá mi nombre) y la gente de Malavida, y Yogur se fue a la quedada bloguera. Yo había dejado muchas cosas para el final, aún tenía que comprar cosillas... y pasé. Asignatura pendiente.

Es mi primer 'gran' salón, y la verdad es que me ha gustado. Notas para la próxima (porque habrá próxima, no lo dudeis):

• Cámara de fotos. Esta vez, por no cargar, iba sólo con la cutrecilla compacta de salir por ahí. La próxima vez con la buena, y a jartarme de hacer fotos.
  
• Más tiempo. Una tarde es poco.
• Ahorrar antes de ir al Salón. En mi caso, es complicado, pero espero estar trabajando a partir del verano. Porque está demostrado que el truco de ir con las manos en los bolsillos para evitar comprar cosas NO funciona.
• Más firmas. Si te lo montas bien, hacer fila puede ser hasta divertido. Yo tuve suerte, y estaba en la fila de Victoria Francés detrás de la neko-girl más ruidosa del Salón, que tenía unos amigos jebis muy ruidosos también. Y me estuve partiendo con ellos.
  

Ah, sí, las compras. Me traigo del Salón: Lost Girls, que no había llegado a mi librería antes, y me lo tuve que compar ahí; Favole 1, firmado; sellos americanos de portadas Marvel; Los Cabezones de las Galaxias, en tomo recopilatorio; y los comics que te regalaban con la entrada,... un Naruto en español, un Naruto en Catalán, un Spiderman y Batman Begins, y dos comics de Norma... la mayoría de estos acabarán probablemente forrando el mueble de los comics... y el que se quiera espantar que se espante.