Bien descansadito, el día después, toca hacer balance. Creo que me lo he pasado mejor que el año pasado. Me he organizado mejor, he pasado menos calor dentro y menos frío fuera del recinto, y me ha dado tiempo a hacer casi todo lo que quería hacer.
En el nuevo pabellón se estaba mucho mejor, y por fin hay guardarropas. El sábado fue el día con más aglomeración, pero no olía tan mal ni hacía tanto calor como otros años; vaya, que se podía estar dentro. Algún día aprenderán que si quieres que los de atrás vean algo, el escenario tiene que estar más alto, y que no hay que iluminar desde atrás... algún día.
Me he comprado cosas interesantes, he conseguido mantener mi consumismo al mínimo (bien por mí!) y he conseguido buenos dibujos.
He hecho menos fotos que otros años, y he borrado más. Ahora que me he acostumbrado a tomarme mi tiempo antes de cada foto, el 'sálvese quien pueda', los empujones y los agobios del salón me han pillado descolocado. Y me he vuelto mucho más crítico con mis fotos.
Pero creo que la calidad de los disfraces que he visto este año era superior a la del año pasado; y sin duda había mucho más personaje pijamero, especialmente mutantes.
Ahí van algunas de las fotos del fin de semana... el resto, en Picasa.
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